Retorno al Romanticismo

El Romanticismo, aquella forma de jugar el Ajedrez que floreció en el siglo XIX,  como  personalidades Adolf Anderssen (nunca olvidar sus dos célebres partidas, la Inmortal y la Siempreviva...


El Romanticismo, aquella forma de jugar el Ajedrez que floreció en el siglo XIX, de la cual formaron parte personalidades insignes como Adolf Anderssen (nunca olvidar sus dos célebres partidas, la Inmortal y la Siempreviva), Paul Morphy y el primer Campeón Mundial Wilhelm Steinitz en su juventud, es considerado desde hace mucho tiempo como un estilo del pasado. Pero lo cierto es que a través de la posterior historia del noble juego han surgido Maestros cuyos estilos han estado  cercanos, al menos parcialmente, a los de los románticos clásicos. Tal es el caso, por solo citar unos pocos ejemplos, de Alexander Alekhine, Mikhail Tal, Alexander Morozevich y en los últimos tiempos Daniil Dubov. No pocas partidas de Garry Kasparov también tienen ese inconfundible aroma.

Por otro lado es cierto que tanto la superior técnica defensiva de los Maestros de hoy como el avanzado desarrollo de la teoría de las aperturas hacen más difícil la tarea de quienes siguen esos pasos. En particular resulta muy difícil encontrar resquicios para el juego arriesgado en el entramado bien estructurado y poblado de la moderna teoría de las aperturas. Por ello es imposible no sorprenderse cuando uno encuentra una partida brillante, jugada en los más altos niveles, y a partir de una variante de apertura punto menos que inexplorada.

Tal es el caso de la partida que comparto hoy con los lectores, Dubov-Karjakin, me atrevería a decir que una de las más memorables del año 2020. Desde el punto de vista deportivo, además, resultó de altísima tensión, decisiva para el resultado final del Campeonato Ruso, ya que fue jugada en la última ronda, en un momento en que Karjakin estaba empatado en primer lugar con Nepomniatchi.

Dubov,Daniil (2702) - Karjakin,Sergey (2752)                                                      73vo Campeonato de Rusia, Moscú 2020                                                              Apertura Italiana

1.e4 e5 2.f3 c6 3.c4 c5 4.c3 f6 5.d4

La variante más directa de la Apertura Italiana. Ha sido jugada en miles de partidas y últimamente ha habido un resurgir de interés en ella por parte de las piezas blancas. Ello se ha debido a una línea en particular que, por cierto, no es la que está en los planes del nada convencional Dubov.

5...exd4 6.b4!?

Después de 6.b4!?

Y he aquí la sorpresa que trae el joven conductor de las piezas blancas para su también joven pero más experimentado oponente; una movida que ha sido empleada muy raramente, de la cual, si se revisan las principales bases de datos, se encontrará la magra cifra de unas 26 partidas, muchas de ellas protagonizadas por adversarios de menor nivel.

Es el momento de explicar al lector cuál es la línea que, como mencioné en la nota anterior, ha ganado actualidad últimamente; se trata de 6.e5 d5 7.b5 e4 8.cxd4 b6 9.c3 0–0 10.e3. Esta derivación ha centrado el interés de muchos Maestros de la élite mundial en los últimos tiempos, entre ellos Aronian, Nepomniatchi, So, Giri, Karjakin, etc.

6...b6 7.e5 e4

Cuando vi esta partida por primera vez me sorprendió un poco el hecho de que Karjakin no jugara aquí la típica reacción central 7...d5. Una búsqueda posterior en las bases de datos reafirmó esa primera impresión: la movida más utilizada en esta posición ha sido 7...d5. Y se han producido con ella algunas partidas realmente notables (¡y cortas!).

Permítame el lector hacer un paréntesis para mostrarle algunos de estos hallazgos: 8.exf6 dxc4 9.b5 (Como si fuera poco con las dos fulgurantes miniaturas favorables a las blancas que verán los lectores debajo en esta misma nota, me encontré también con una sobresaliente brillantez  por parte de Vishwanathan Anand conduciendo las piezas negras: 9.e2+ e6 10.b5 b4!? 11.fxg7 g8 12.cxb4 f6 13.0–0 xg7 14.g3 0–0–0 15.a4 d3 16.b2 xg3+!? 17.hxg3 xg3+ 18.h2 xf3 19.g5? d4! 20.d2 g8! 21.a3 (21.g1 h3+ 22.g2 h6 23.f1 xg5! 24.c3 hh5!–+) 21...h6 22.g1 h3+ 23.g2 xg5+ 24.f1 xg1+ 25.xg1 d5 y ante el mate inminente en h1 las blancas abandonaron, Oleg Skvortsov-Anand (2786), partida de exhibición, Zurich 2017.) 9...a5 (La primera partida que he encontrado con la movida 6.b4 fue jugada en el Campeonato Mundial Juvenil del año 1971, entre Ioan Biriescu y el legendario M.I. colombiano Oscar Castro y en ella el conductor de las negras retiró el caballo a b8: 9...b8 10.e2+ e6 11.fxg7 g8 12.xd4 xg7 13.xe6 fxe6 14.h5+ f7 15.0–0 d3 16.g5 h6 17.d1 hxg5 18.xd3 xf2+ 19.h1 cxd3 20.d2 e3 21.f1 y las negras abandonaron Biriescu-Castro, Atenas 1971.) 10.e2+ e6 11.fxg7 g8 12.xd4 xd4 13.cxd4 xd4 14.b2 d3 15.f6 g6 16.f3 xg7 17.d2 xg2? (inocentemente pensando que todo está en orden aún) 18.a3! El clásico rayo en el cielo azul, la amenaza de mate en e7 no podrá ser evitada tarde o temprano, por ejemplo, 18...xh1+19.e2 g4+ 20.e3, o 18...c5 19.xc5 c6 20.bxc6, por lo tanto es tiempo de rendirse, 1–0, Romero Holmes,A (2445)-Estremera Panos,S (2315), León 1989.

8.d5

Las blancas juegan en plan gambito, al más puro estilo romántico. Se sacrifica un segundo peón para eliminar el activo caballo negro de e4.

8...xc3 9.xc3 dxc3 10.g5

Desarrollo con ganancia de tiempo, fuerza a las negras a aceptar una incómoda clavada.

10...e7 11.0–0

La ventaja de desarrollo de las blancas es clara y la actividad de sus piezas es bastante molesta para el segundo jugador.

11...h6 12.h4 0–0

12...g5 con la idea principal de eliminar la clavada es una movida que podría merecer la atención de los abogados del bando negro en un futuro.

13.e1!

Una fuerte jugada profiláctica, dirigida a entorpecer las posibilidades de desarrollo de las negras, ya que ahora no es posible para ellas jugar d7–d6 debido a exd6 ganando en el acto. Además la torre queda lista para entrar en acción y cooperar en la operación que se produce a continuación.

13...e8

La movida más natural, para salir de la clavada.

14.b3

Dubov quiere mantener sus dos alfiles sobre el tablero.

14...a5 15.f6!

Por supuesto que este alfil es intocable, al menos por ahora. ¿Qué amenazan las blancas? Pues su amenaza principal es h4 seguido de la incorporación de la dama blanca al ataque vía g4 o h5.

15...a4

Una ingeniosa movida que intenta desviar al alfil blanco del control de la fuerte diagonal b3–f7.

En caso de 15...axb4? 16.h4 h7 17.d3+ g6 (17...g6 18.xg7! xg7 19.f5+ g8 (19...h7 20.h3+–) 20.xh6+ g7 21.f5+ g8 22.d6! cxd6 23.xg6+ h8 24.h6+ g8 25.c2+–) 18.f3! (de vuelta a casa, ahora se amenaza g5+) y las negras no tienen defensa satisfactoria.

16.c4!

16.xa4 da a las negras el respiro momentáneo que necesitan para reorganizar sus piezas, por ejemplo: 16...g6 17.c2 e6.

16...g6 17.d3!

Se amenaza xg6.

17...d5

Alguien podría preguntarse, ¿por qué las negras no aprovechan ahora para traer su caballo a e6 con ganancia de tiempo incluida mediante 17...f4 ?  Pues tras 18.f5 e6 el ataque de las blancas es incluso más fuerte, por ejemplo: 19.g5! (otras jugadas, como por ejemplo 19.d3, también son ganadoras) 19...g6 (19...xg5 20.g6! e6 21.xe6+–

Después de 21.♗xe6+–

ó 19...hxg5 20.d3 g6 21.h3 g7 22.h6+–) 20.h3 h5 21.e4 con una posición ganadora para las blancas.

17...h7 18. h4

18.exd6 e6

Después de 18...♗e6

19.xg6!!

¡Brillante sacrificio de dama! De más está decir que requiere una buena dosis de imaginación, y de cálculo y evaluación precisos.

19...fxg6 20.xe6 f7?!

Después de 20...♕f7?!

La mejor defensa parece ser 20...c6 atacando el alfil de c4. La secuencia que le seguiría es bastante forzada: 21.e7+! (21.e5? xf2+! 22.f1 (22.xf2 b6+ 23.e2 h7–+) 22...xc4+ (22...e4 también es fuerte.) 23.xc4 d4 24.dxc7 xf6 25.e2 ac8 con ventaja ganadora de las negras.) 21...xc4 22.xg7+ h8 23.xc7+ xf6 24.xc4 xd6 25.xc3 pasando a un final ventajoso para las blancas, en el cual cuentan con un peón de más; sin embargo las negras podrían tener esperanzas aún de entablar.

21.xc3!

En medio de la tormenta combinatoria, una captura tranquila, con mucha sangre fría. El alfil es sustraído a la amenaza que pesaba sobre él, y a la vez elimina un peón pasado que podía tornarse peligroso para las blancas en cualquier momento.

21...h8

Analicemos algunas posibles variantes por parte de las negras: 21...cxd6 22.xg6! xc4 23.xg7+ h8 24.c7+ xc3 25.xc3 y las blancas tienen una innegable ventaja en el final, con un peón de más y una saludable posición de sus piezas; 21...h7 22.e7! xc4 23.xg7+ h8 24.xc7+ xc3 25.xc3 con posición ganadora para las blancas.; 21...xf2+ (un sacrificio interesante para exponer al rey blanco) 22.xf2 (las blancas ya tienen 3 piezas menores por la dama, lo cual les compensa desde el punto de vista estrictamente material; pero además tienen sus piezas extremadamente activas y amenazantes) 22...h8 23.ae1 cxd6 24.1e4! (continuar ahora en forma similar al desarrollo de la partida mediante 24.6e4 no funcionaría por el detalle 24...f5 25.e7 c2+ ganando material.) 24...f5 25.e7 d5 26.xg7+ g8 27.xf8 xf8 (27...xf8 28.7e5+–) 28.g4 xe4 29.xe4 dxe4 30.d2 con ventaja de las blancas en el final.

 22.e4 f5 23.e7 g8

Ante el intento de exponer al rey blanco de forma similar a la nota tras la jugada 21 de las negras, mediante 23...xf2+ , las blancas tendrían ahora la tranquila y fuerte respuesta 24.h1! (24.xf2? c2+–+) A modo de ilustración muestro una posible variante: 24...fe8 25.f7! (25.xg7 e3!) 25...cxd6 (25...c2 26.xg7+ g8 27.xc7+ xc4 (27...h7 28.f6++–) 28.xc4 xg7 29.c7++–) 26.xg7+ h7 27.xf5 gxf5 28.b2 a3 29.c1 con un final ventajoso para las blancas.

24.xg8 xg8 25.dxc7 c2

Después de 25...♕c2

26.e5!

La movida más fuerte, que defiende el peón pasado de c7, importante baza de las blancas, sin temer las amenazas negras sobre f2.

26.xg7+ xg7 27.e8+ g8 28.c8 xc8 29.xc8 xc8 daría a las negras compensación por el peón de menos.

26...xf2+

26...xf2+ 27.h1 c2 transpone a la continuación de la partida.

27.h1 b6 28.h3 h7 29.e1 a3 30.h2

Una jugada tranquila que subraya la indefensión de la posición negra.

30...g5

30...xa2? 31.xg7 (31.c8 también gana) 31...xg7 32.c8+–

31.d4!

Después de 31.♘d4!

31...c4

Todos los caminos conducen a la victoria blanca: 31...xd4 32.xd4+–; 31...xa2 32.xg7+ xg7 33.c8+–

32.f5 xb4 33.c1 g6 34.xg7+ xf5

34...xg7 35.c8+–

35.xg8 xc7 36.xc7

La ventaja material de las blancas es abrumadora.

36...b2 37.c5+ e4 38.d8

y las negras se rindieron en vista de que e5+ en el próximo turno decide la partida.

1–0

Todas las partidas se encuentran en este artículo.

M.I. José Luis Vilela.


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