Casillas débiles de un color

Un cambio de piezas inadecuado por parte del conductor de las piezas negras  deja a las casillas blancas de su territorio seriamente debilitadas...


En los dominios de la estrategia ajedrecística hay múltiples temas que requieren de atención. Sin embargo, en la mayoría de las posiciones en que existe ventaja para uno de los bandos, ésta se basa esencialmente en un factor estratégico que predomina sobre los demás. Quisiera presentar a los lectores una partida propia, en la cual el factor predominante que propició la victoria de este comentarista fue el tema conocido como "complejo de casillas débiles de un color". Un cambio de piezas inadecuado por parte del conductor de las piezas negras (cambio voluntario, lo que en tennis se suele llamar error no forzado) deja a las casillas blancas de su territorio seriamente debilitadas. En particular una diagonal que apunta hacia el enroque negro se torna en el factor posicional más importante, y al unirse al dominio de una columna abierta en el flanco opuesto, producen una presión tan fuerte que la situación se hace insostenible. Como no se producen grandes complicaciones tácticas, es posible seguir el hilo de la partida sin necesidad de frecuentes y largas variantes explicativas, de modo que espero que el lector sepa apreciar los valores instructivos que derivan de la reproducción comentada del cotejo. Sin más preámbulo, pasemos a la partida:

MI Jose Luis Vilela – MF Mario Merritt [E97]                                                Trinidad Masters (9), Puerto España 2016

1.d4 f6 2.f3 g6 3.c4 g7 4.c3 0–0 5.e4 d6 6.e2 e5 7.0–0 c6 8.d5 e7

Esta es la posición inicial de la que se conoce como Variante Yugoslava en la India del Rey clásica. Las negras han propiciado el cierre del centro, a pesar de la desventaja de espacio que ello conlleva, pues ponen sus esperanzas en la ruptura f7–f5 en el flanco de rey dirigida a generar oportunidades de ofensiva en ese sector del tablero. Las blancas, con más espacio en el flanco de dama, buscarán abrir juego en ese sector del tablero. Lanzar una ofensiva en el sector del tablero en que se tiene más espacio es una máxima ajedrecística que suele ser adecuada en un gran número de situaciones.

9.b4

La forma más directa de iniciar acciones en el flanco de dama. Las blancas quieren proseguir de inmediato con c4–c5. Hay, claro está, otras alternativas, como por ejemplo 9.e1 y 9.d2, que son también bastante usuales.

9...a5

Las negras se anticipan de inmediato a las intenciones de su adversario. Como las blancas no pueden mantener su cadena de peones intacta mediante 10.a2–a3, ya que se perdería un peón tras 10...axb4, el primer jugador debe permitir un cierto deterioro de su estructura de peones.

10.bxa5

La otra alternativa común es 10.a3.

10...xa5 11.d2

Busca ejecutar la ya mencionada ruptura, mediante b3 seguido de c4–c5.

11...c5

Una movida profiláctica excelente que frena la expansión blanca en el ala de dama. El precio que se paga es debilitar el peón de d6, pero ello no es grave si se actúa consecuentemente.

12.b5

Se pone presión de inmediato sobre d6, desde una casilla que constituye una buena base de operaciones para el caballo, ya que b5 no puede ser vulnerada por ningún peón de las negras.

12...a6

La torre sobreprotege el punto d6. Ello libera a la dama negra de esa responsabilidad.

13.a4 d7

Se prepara ya la ruptura f7–f5.

14.a3

La torre ocupa una posición activa, en el sentido de que queda lista para trasladarse eventualmente al flanco de rey, en caso de que las circunstancias así lo aconsejaran en un momento determinado.

14...f5 15.exf5

Después 15.exf5

Las blancas deciden no permitir el típico ataque de las negras mediante f5–f4 seguido de una avalancha de peones sobre el enroque del primer jugador.

15...xf5

Tanto esta jugada como la captura con peón tienen sus pros y sus contras. La textual permite a este caballo dirigirse al punto fuerte d4, a cambio cede la casilla e4 a las piezas blancas y no genera demasiado peligro para el enroque blanco. La alternativa 15...gxf5, por otro lado, mantendría un par de peones centrales controlando importantes casillas y abriría la columna g, pero las piezas menores negras demorarían más en activarse.

16.e4 f6 17.g5 h6 18.xf6 xf6 19.xf6+ xf6 20.d2

Pone un ojo sobre el peón de h6.

20...g5

Después 20...g5

Las negras se quitan la preocupación del peón de h6 de una forma radical, pero a la vez producen un debilitamiento de la diagonal b1–h7. Como esa diagonal es blanca y las negras aún cuentan con su alfil de casillas blancas, esto no parece ser demasiado preocupante. No obstante el segundo jugador debe, a partir de ahora, tomar muy en cuenta esa característica de la posición.

Menos debilitadoras son alternativas como 20...h7 o 20...g7

21.d3

El alfil se activa, en la diagonal crítica. A pesar de que los peones centrales blancos de d5 y c4 se encuentran en casillas blancas, lo cual limita en alguna medida la movilidad del alfil blanco, de ninguna manera se puede decir que este alfil sea malo, ya que tiene amplios horizontes de actividad en la diagonal d3-h7.

21...d7 22.b1 xb5?

Después 22...♗xb5?

Un error estratégico serio. Después de la desaparición de este alfil la debilidad de las casillas blancas en el territorio negro se agrava. Tal vez el conductor de las piezas negras confió en que su caballo instalado en el punto fuerte d4 sería un fuerte baluarte que compensaría la balanza, pero no es así.

23.xb5!

La captura adecuada, por supuesto. Se mantiene abierta la columna b para, a través de ella, atacar el peón débil en dicha columna.

23...b6 24.b1

Una tranquila movida profiláctica, que se anticipa a un posible ataque sobre la torre con d4.

24...d4 25.e3!

La dama pone bajo observación la casilla e4, desde donde formaría junto con el alfil de d3 la peligrosa batería de piezas que algunos suelen llamar "la máquina".

El caballo negro, indesalojable en la casilla central d4, está sin duda excelentemente ubicado. Pero lo trágico para las negras es que no tienen forma de coordinar la acción de ese buen caballo con el resto de sus piezas. Dicho de otra manera, cuentan con un fuerte caballo, pero éste se ve imposibilitado de crear peligro al adversario. 

25...f7

La torre defiende anticipadamente el punto h7.

26.a2

Con doble objetivo, defiende anticipadamente el punto f2 y además prepara a esta torre para un eventual doblamiento en la columna b con ab2.

26...f6 27.e4

Finalmente la dama ocupa la agresiva posición ideal para ella.

27...f5? 

Un error perdedor. Era mejor oponerse a la acción diagonal de dama y alfil blancos con la dama: 27...f5 28.xf5

(Si 28.e3 f4) 28...xf5 29.ab2 xa4 30.xb6 y aunque el final es mejor para las blancas, las negras tienen esperanza de defensa.

28.a5!

Después 28.a5!

¡La táctica al servicio de la concreción de la ventaja! Mi primer impulso era jugar ab2 reforzando la presión sobre b6, pero la movida del texto es mucho más enérgica y decisiva. El quid de este golpe táctico es abrir la columna "b" para penetrar con la torre.

28...e7

Si 28...xa5 29.xa5 bxa5 30.g4 ! 30...d4 31.b8+ f8 (31...g7 32.h7#) 32.h7#; mientras que 28...bxa5 29.g4 d4 30.b8+ conduce a una situación similar a la mostrada anteriormente.

29.xb6

Las blancas ganan un peón que resulta decisivo, por ser pasado, avanzado y bien apoyado.

29...xb6 30.axb6 c8 31.g6+

No es el único camino hacia la victoria, pero sí suficientemente sencillo.

31...xg6 32.xg6 b7

32...xb6 33.xf7+ xf7 también conduce a un final perdedor para las negras.

33.a8 g7 34.xc8 xg6 35.c6 d7 36.c7 d8 37.b7

Se amenaza c8.

37...b8 38.g4 f6 39.d7 e4 40.xd6+ e5 41.b6 d4 42.d6 xc4 43.d7 c3 44.c6

Las negras abandonan, ante la amenaza c8.

1–0

Todas las partidas se encuentran en este artículo.

MI José Luis Vilela


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