La profilaxis ajedrecística a través del tiempo(4)

G.M. Anatoly Karpov | foto  https://commons.wikimedia.org
La cuarta y última parte, un ejemplo sumamente instructivo de uno de los grandes artífices del pensamiento profiláctico, el GM Anatoly Karpov.


(En la tercer parte de este artículo se comenzó a tratar del enfoque contemporáneo acerca de la profilaxis. En esta cuarta parte tendremos la oportunidad de observar un ejemplo sumamente instructivo de uno de los grandes artífices del pensamiento profiláctico, el GM Anatoly Karpov.)

Uno de los grandes ajedrecistas de todos los tiempos cuyo estilo ha sido marcadamente profiláctico, tanto en el ataque como en la defensa, es el ex - campeón mundial Anatoly Karpov. La siguiente partida es una muestra notabilísima de realización de una microscópica ventaja en el final, basado únicamente en no permitir la activación de un alfil encerrado por los peones propios del adversario.

Posición después de la jugada 18 de las blancas Karpov-Lautier, Biel 1992

La situación está bastante nivelada, pues no sólo el material está igualado y los peones de ambos bandos están colocados de forma simétrica, sino que se avecinan cambios de torre en la columna abierta 'd', con lo cual se reduciría enormemente el potencial ofensivo sobre el tablero. Si alguna ventaja puede mencionarse por parte de las blancas es cierta ventaja en espacio por la presencia del peón en 'e5' y, sobre todo, la posición muy pasiva del alfil de las negras. Si las negras logran jugar c6-c5 y abrir de esa forma la diagonal para su alfil, sin tener que hacer otro tipo de concesión, se esfumaría completamente la ilusión de lograr una ventaja por parte de las blancas. La lucha gira entonces en torno a la activación del alfil negro.

18…a8

Con la cristalina intención de tener defendido el alfil para jugar c6-c5.

19. xd8 xd8 20.d1!

Profilaxis pura, las blancas acceden a todos los cambios, con tal de mantener encerrado el alfil negro.

Después 20.♖d1!

Lo primero que hay que notar es que las negras no pueden jugar de inmediato 20…c5 pues se pierde el alfil tras 21.xd8+ xd8 22.xa8.

Si las negras quitan su torre de la columna 'd', para mantener defendido el alfil y poder de esa forma jugar c6-c5 en la próxima movida, entonces las blancas se apoderan del control absoluto de la columna dama. Esto sucede en la variante 20…c8 21.d3 (obsérvese que no es posible 21…xe5? por el mate en octava que comienza con 22. d8+!) , cambiando en ese caso la esencia de la ventaja de las blancas, pues las negras podrán entonces liberar su alfil con c6-c5, pero quedarán sin poder disputar el control absoluto de la columna por parte de las blancas (ver el siguiente diagrama pequeño).

Tanto en esta posición como en la continuación de la partida las negras están bajo una molesta presión. Lautier elige cambiar las torres y permanecer con el alfil inactivo por más tiempo.

20…xd1+ 21.xd1 d8

Sin duda alguna la jugada más lógica, pues se apodera del control de la única columna abierta, a la vez que defiende el alfil para amenazar la jugada liberadora c6-c5.

22. f3!

Por supuesto, todo el juego blanco sigue basado en evitar la liberación del alfil.

22…d2

Las negras se lanzan al contraataque, penetrando con su dama y amenazando capturar peones. Jugar ahora defensivamente 23.e2 por parte de las blancas equivaldría a perder toda esperanza de victoria después del cambio de damas seguido de c6-c5.

23.b3!

Las blancas entregan un peón, pero mantienen a su adversario maniatado.

23…xa2 24.b4

Una jugada activa, que pretende aprovechar la clavada en la diagonal con el avance b4-b5. Pero hay también ahora otra amenaza muy fuerte, que es d4 penetrando hasta 'd8'. Observe el lector que si Karpov hubiera jugado 24.d4 en vez de 24.b4, Lautier habría contado con la defensa 24…a3! para tapar el jaque blanco en 'd8' con f8.

24…a1+  25.h2 a6

Después 25... ♕a6

26. d4

Karpov decide no recuperar su peón y continuar reforzando la presión, pues tras 26.b5 c8 27.bxc6 h6 28.g3 a5 las negras tendrían un buen contrajuego basado en su peón pasado 'a'.

26... c8

Defendiendo contra la entrada de la dama y amenazando a la vez, por enésima ocasión, la añorada liberación con c5.

 27.c5!

Nuevamente la profilaxis consecuente. El alfil continúa enterrado en vida.

27…bxc5 28.xc5

Se amenaza, por supuesto, b4-b5.

28…a6

Lautier elimina de una vez y por todas la amenaza b4-b5.

29.e7

La dama ocupa una fuerte posición en territorio adversario. Aunque no hay amenazas inmediatas ni una forma inevitable de forzar la victoria, las blancas cuentan con planes de reforzamiento gradual de la posición entre los cuales está el avance de peones en el flanco de rey y también la activación controlada del rey blanco. Jugar con negras esta posición es incómodo, por la ausencia de actividad y la necesidad de permanecer permanentemente alerta ante la creación de amenazas por parte del adversario. Es instructivo señalar que si las negras devolvieran su peón para liberar el alfil con 29…c5, tras  30.bxc5 xf3 31.gxf3 el final de damas resultante es superior para las blancas por el hecho de que su peón pasado está más avanzado que el de su adversario.

29…g6 30.h4 h5?

Pretende frenar el avance del peón h, pero incurre en un debilitamiento fatal de las casillas negras ('g5' en especial), a través de las cuales podrá ahora transitar el rey blanco.

31.g3! b7?

Era preferible 31... b8, aunque la ventaja blanca es inobjetable tras 32.f4 

Después 32.♔f4

32.xb7!

¡Absolutamente increible! Las blancas cambian las damas a pesar del peón de menos. Karpov ha calculado que en el final resultante hay un plan que conduce inevitablemente a la victoria.

32…xb7 33.f4 f8 34.g5 e7

El plan ganador de las blancas puede ser expresado en palabras, de una forma cristalina, sin necesidad de variantes concretas: el alfil se coloca en 'e4' para despejar el camino al peón 'f' a la vez que se mantiene clavado el peón de 'c6'. Se juega f2-f3 seguido de g2-g4 con lo cual logran las blancas, en todas las variantes, obtener un peón pasado alejado en la columna 'h'. El peón pasado 'h' avanza obligando al rey negro a venir en su búsqueda, lo cual aprovecha el rey blanco para penetrar vía 'f6' y capturar los peones negros, forzando la victoria. Así de sencillo.

Mientras todo eso sucede, el peón de ventaja negro en el ala de dama es sólo un espectador impotente del desplome de su rey.

35.e4 a8 36.f3 b7

Tras 36...c5 37.xa8 cxb4 las blancas ganan de diversas formas. Invito al lector a analizarlo.

37.g4 a8 38.gxh5 gxh5 39.f4 b7 40.f3 a8 41.xh5  Las negras se rindieron.

Nuestro recorrido por los vericuetos de la profilaxis toca a su fin. Es un tema que podría llenar libros enteros si se profundiza en él adecuadamente. Sin embargo lo expuesto debería ser suficiente para transmitir al lector una idea introductoria, de forma tal que siembre en él el interés por investigar y reflexionar más sobre ello. En el siguiente párrafo final intento resumir en pocas palabras la idea central:

Preguntarse   cuáles   son   las ideas e intenciones   del   adversario , qué movida haría el adversario si le tocara jugar , y tomar medidas para contrarrestarlas o entorpecerlas, es la esencia de lo que modernamente se entiende por “profilaxis” o “pensamiento profiláctico”. Es básicamente un proceso de anticipación a los planes del oponente.

Todas las partidas están en este artículo

 M.I. José Luis Vilela.


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